jueves, 16 de diciembre de 2010
Pinheiro: 'No podemos inclinarnos hacia una cultura del castigo'
Entrevista realizada por Save the Children a Paulo Sérgio Pinheiro, Relator de la Niñez de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, durante su visita a Lima en el marco del I Seminario Internacional sobre Castigo Físico.
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1.- ¿Por que la sociedad en general cree que es necesario castigar?
Yo pienso que no es necesario castigar a los niños, niñas y adolescentes. Creo que el castigo es una práctica detestable que debería desaparecer. Los padres, madres, maestros castigan porque no saben criar, no tienen autoridad ante los niños, imponen el autoritarismo porque no son sancionados por el Estado que permite en muchos casos castigos moderados y porque no hay una ley que prohíba eso. Entonces, veintiún años después de la Convención sobre los Derechos del Niño que prohíbe el castigo corporal en el artículo 19, niñas, niños y adolescentes siguen sufriendo castigos corporales, excepto en 30 países donde está prohibido. Castigar físicamente a los niños es innecesario, eso no quiere decir que haya que dejar de poner límites. Pero utilizar la fuerza, la violencia para provocar dolor físico, eso es totalmente inaceptable.
2.- ¿Qué características comunes tienen los países latinoamericanos en los que se ha prohibido el castigo físico y humillante?
En toda América Latina la sociedad civil ha tenido un papel fundamental, no hay duda. Segundo, los funcionarios de Estado, capacitados y comprometidos. Tercero, las organizaciones no gubernamentales que supervisan y vigilan. En países como Uruguay, que pasó por una dictadura militar autoritaria, Costa Rica, que tiene más tradición y ha consolidado la democracia, es el único país que no tiene fuerza armada, y Venezuela, que también tuvo dictadura pero su régimen ahora es demócrata, en estos tres países la democracia ayudó mucho.
Pero pasa que en otros continentes en los que no hay democracias, también se está creyendo mucho en esto. Están luchando contra el castigo físico, entonces es un gran logro de la sociedad civil, bien preparada, y el Estado. Es una combinación de elementos que también están presentes en otras sociedades del mundo. El Estado, de cierto modo, también tiene interés en este asunto
3.- El problema trasciende la legislación, ¿cómo formar nuevas generaciones de padres que críen a sus hijos sin violencia?
La primera medida debe ser la implementación de una ley que prohíba el castigo físico y humillante, para tener una definición clara y que no haya confusión. En la segunda etapa, los gobiernos tienen la obligación de enseñar a los padres y maestros, funcionarios, etc., a no emplear la violencia en el trato con las niñas y los niños. No podemos inclinarnos hacia una cultura del castigo, esa son prácticas inaceptables, pues en términos legales se violan los Derechos del Niño.
Otra medida importante es que la educación tenga una base sólida para convencer e informar a los padres que las niñas y los niños tienen demandas. Entonces, hay que encarar el problema desde una perspectiva legal, una perspectiva de Derechos Humanos y una perspectiva educativa para la formación de los padres.
4.- Los Derechos del Niño son aún muy cuestionados ¿no?
Así es, primero, el problema es que hay incompetencia por parte de los gobiernos democráticos para implementar políticas de seguridad hacia niñas, niños y adolescentes. Segundo, existe mucha tolerancia de parte de los gobiernos en relación a las prácticas de castigo corporal contra los niños; tercero, no se reconoce a los niños como sujetos de derechos. Los adultos tienen mucho miedo de la voz de los niños, por eso usan mucho la autoridad, obediencia, respeto, etc., pero esos son disfraces para el autoritarismo, porque tienen miedo de demostrar sus propias flaquezas. Yo aprendí con Pepa Horna, psicóloga y experta en protección de la infancia contra la violencia que trabajó en Save the Children por muchos años, que hay una confusión entre autoridad, poder y amor por parte de los padres, y por parte de los hijos, ellos tienen mucho miedo de criticar a sus padres, ellos quieren tener una memoria de amor, los idealizan, no quieren reconocer que les hacían mal, “mis padres me golpearon y ahora soy óptimo”, no pueden matar a sus padres y madres en su memoria. Hay que preservarlos lo mejor posible en su forma de criar, eso pasa con los hijos cuando ya son adultos.
5.- ¿Qué propuesta específica tiene para el Código de los Niños y Adolescentes?
Lo principal es integrar una definición del castigo corporal que está en la Observación General N° 8 de la Convención sobre los Derechos del Niño, hay que hacerlo lo mas sencillo posible, si se preparan leyes complicadísimas es peor, cuando más compleja es la legislación más problemática es su aplicación. Buen ejemplo de ello es Costa Rica, su ley tiene solo dos artículos.
6.- ¿Cuál sería el rol de Save the Children?
Save the Children tiene la capacidad de importar experiencias de otros países, por eso tiene un papel decisivo. Por ejemplo en Brasil las nuevas generaciones de padres están en contra del castigo físico, eso que no hay una ley, pero hay mas información, por eso sería importante que Save the Children pueda traducir muchos libros y documentos relacionados al tema, difundir todo eso, relacionarse con los medios de comunicación y hacerlos aliados, es importante apoyar a todas las fuerzas en el gobierno del Estado y la sociedad civil, para implementar la ley poniendo en práctica la recomendación de la Convención sobre los Derechos del Niño, del informe mundial de violencia contra niños. Segundo, empoderar a los niños, apoyar la organización de consejos consultivos de niños y adolescentes, para el parlamento, para decisiones de política pública, etc. Para que las niñas y los niños escuchados.
Para leer la entrevista completa ingresar a:
http://www.savethechildren.org.pe/web/upload/archivos/archivo_187.pdf
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