En el año 2011, la Fundación
ANAR, inauguró el Teléfono ANAR en Quechua en la región Cusco. Esta iniciativa,
apoyada por Save The Children, FOCAD y AECID, tiene como objetivo principal
ampliar la cobertura del Teléfono ANAR a todo niño, niña y adolescente quechua
hablante, con el fin que reciban consejería psicológica, asesoría legal y social
en su lengua materna; atendiéndolos en todo tipo de problemas que pudiera
afectar su desarrollo y promoviendo un mejor acceso a redes de apoyo en sus
respectivas comunidades.
Desde su fundación hasta la
fecha, el Teléfono ANAR ha identificado que en Cusco, el 54.21% de los casos
atendidos fueron por situaciones de violencia y problemas en sus relaciones
intra familiares. La discriminación por género es una de las causas más asociadas
a dichas problemáticas, siendo las madres de familia y las niñas las más
afectadas en la región Cusco. El Teléfono ANAR en
Quechua identificó que el 66.67% de llamadas por casos de violencia
corresponden a niñas y adolescentes mujeres.
En muchos casos, la práctica
de violencia ha sido aceptada culturalmente y se llega a ver como algo normal y
cotidiano e inclusive es una práctica que se espera sea tolerada y adoptada por
las nuevas generaciones. Del total de casos atendidos por el Teléfono ANAR en
Cusco, el 48.78% corresponden a niños y niñas menores de 12 años.
Germán
Guajardo Méndez, Director General del Teléfono ANAR sostuvo que el problema
del maltrato y la violencia no radica en las costumbres ni tradiciones de la
cultura andina, sino en la carga de violencia que se ha adscrito en ellas. "Es
necesario por ende, revertir progresivamente esta situación, revalorizando la
cultura como un recurso clave para responder sanamente a las dificultades y
lograr cambios en los modos de relación en las familias", manifestó.
El Teléfono ANAR en Quechua
tiene como objetivo contribuir a esta misión; escuchando las voces de los
niños, niñas y adolescentes quechua hablantes, reflexionando con ellos y
rescatando los recursos institucionales de su localidad, así como sus creencias
y prácticas culturales y comunitarias como medios de apoyo para resolver
problemas.
De esta manera, la Fundación
ANAR considera continuar la sensibilización y capacitación a
las instituciones públicas y a las comunidades, sobre todo de las zonas más
alejadas de nuestro país, en temas de género, interculturalidad, derechos y
prevención de la violencia.
Fuente: Fundación ANAR
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